Este último año han aparecido diferentes start-ups en el mundo occidental que reparten platos preparados de diferentes restaurantes, sobretodo de los que no tienen el servicio in-house. Es un negocio que realmente ha revolucionado el mundo del takeaway.
Destacamos la empresa Deliveroo que tiene como logo un canguro. Lo divertido de contratarlos a ellos es que filman todo el recorrido que hace el mensajero al restaurante que se haya pedido.
De esta manera, se puede seguir el camino y observar cuan cerca de casa se encuentra y cuánto camino le falta para llegar a su destino. Se desplazan en bicicleta y cuando salen a hacer el encargo colocan una cámara en el casco para que todo quede filmado por si alguien quiere hacer el tracking de todo el camino y proceso de compra y entrega.
El coste de la comida es el mismo que cobra cada restaurante si se va allí a comer. Deliveroo no cobra una comisión por ello, sólo cobra un importe mínimo por el transporte que lógicamente, depende de la distancia recorrida.
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