La música, como saben los científicos e intuimos el resto, es capaz de provocar una serie de respuestas emocionales que nos pueden provocar felicidad, tristeza o miedo. Y sin que necesariamente entendamos ni el idioma en que se canta ni la letra de las composiciones. La música es, sin lugar a dudas, un lenguaje común a todos.

Como consecuencia de esas respuestas emocionales, nuestro comportamiento, el desarrollo cognitivo e incluso nuestra salud varía sustancialmente. Un estudio llevado a cabo por el Dr. Jacob Jolij, profesor de Psicología Cognitiva y Neurociencia de la Universidad de Groningen, ha compilado una curiosa lista de las canciones más eficaces para desencadenar estas reacciones puramente corpóreas.

– Para estimular el movimiento activo y la secreción de dopamina que conduce al sentimiento de felicidad: Birthday de Kate Perry.

– Nos lleva a un sentimiento de tristeza por su tono ascendente asociado a la derrota y a la incertidumbre: Something I need de One Republic.

– Para incrementar el optimismo: Best day of my life de American Authors.

– Nos lleva a la ira, por su ritmo frenético en una escala menor que contribuye a canalizar el sentimiento de enojo: Bad de David Guetta.

– Para superar el miedo: Magic de Coldplay.

– Para excitarnos porque su ritmo rápido, fuerte y en un tono elevado provoca adrenalina y endorfinas: Wake me up de Avicii.

– Despierta la nostalgia: All of me de John Legend.

La conclusión lógica es que no hay nada más efectivo que incluir una banda sonora apropiada en un vídeo para lograr el efecto que se precisa.

Más Info: One Produccions | One Media

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