Según estudios recientes, casi 1.000 millones de personas se conectan a Facebook cada día y, sólo en el 2014, la red social tuvo unos ingresos de 49.500 millones de dólares. Una cifra que, aunque sea fácil de decir tiene muchas repercusiones y, sin duda, se trata de una ventana abierta para la publicidad y el marketing. Es, pues, una manera en la que las empresas pueden anunciarse llegando a una gran cantidad de gente e incluso eligiendo los segmentos de población a los que quieren llegar (ya sea por edades, género, situación geográfica, intereses, etcétera).

Sin embargo, lo que muchos usuarios habituales de las redes sociales desconocen es que su perfil tiene un valor concreto dependiendo de sus características. Por ejemplo, un usuario español vale la mitad que el de un estadounidense y el doble que uno de Bangladesh. En esta línea, el perfil más caro es el de una mujer estadounidense de mediana edad interesada en el fitness.

Por otra parte, es curioso observar que el CPC (coste por clic) es más caro entre los hombres, mientras que el CPM (coste por mil) tiene mayor valor si se trata de una mujer. En cualquier caso, hay un público en el que no hay diferencias de género o situación geográfica: los millenials, la audiencia publicitaria más cara de Facebook.

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