Candy Crush es un videojuego móvil que se ha convertido en un vicio para muchos. Todos conocemos alguna persona totalmente enganchada a este juego que consiste en ir amontonando golosinas que van desapareciendo según como se vayan apilando. Un juego que parece simplón pero que son muchos los que no pueden dejar de jugar.

Acaba de salir un libro denominado «Vida extra: los videojuegos como nunca los has visto» escrito por Gina Tost y Oriol Boira, que analizan el secreto del éxito de este juego. Según dicen: «Es pura adrenalina mental». El éxito hay que buscarlo en la neurociencia. Los caramelos y el nombre nos recuerdan nuestra infancia y nos produce empatía, por otro lado, el hecho de que haya muchas recompensas también hace que un juego sea más adictivo.

Los autores del libro, una comunicadora especializada en el mundo de la tecnología y un diseñador de videojuegos, apuntan que los creadores de juegos deben tener en cuenta todas estas facetas psicológicas para asegurar el éxito de un juego. Pero sobretodo, lo más importante para el éxito de un juego es que entretenga y sea divertido.

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