En Australia se convoca un concurso anual, UAV Outback Challenge, que consiste en rescatar a una persona perdida y llevarle agua lo antes posible. Afortunadamente no se trata de una persona real sino de un muñeco de paja, al que llaman Joe, y está estirado en el suelo como si fuera un humano deshidratado. Este es el séptimo año y hasta la fecha nadie lo ha conseguido. En esta convocatoria se han presentado 20 equipos que llevan un aparato volador para rastrear la zona.

Estos aparatos voladores ya no son una quimera, sino que existen. Forman parte de toda esta nueva tecnología emergente que está cambiando nuestras vidas y nuestra sociedad. El potencial para repartir de forma muy económica o para rescatar personas es ideal para zonas de gran extensión como Australia.

Drones, que también se denominan Unmanned Airborne Vehicle, pueden realizar muchas actividades en el aire sin la necesidad de ser pilotados por humanos. A través de las conexiones wifi y las aplicaciones móviles y sensores con conexión a ordenadores, se pueden controlar, pilotar, y conseguir que realicen cualquier tipo de movimiento o acción. En otros artículos de nuestro blog os hemos comentado sobredrones como cámaras de vídeo que filman desde el aire. Esta vez, sobre drones rescatadores. Las posibilidades que tienen estos aparatos son casi infinitas.

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