Las máquinas de afeitar Gillette son tan flexibles que la empresa decidió construir un piano con maquinillas gillettes y con la ayuda del artista y compositor musical Son Lux, que compuso un pieza original, la representó para poder grabar este spot. La representación tuvo lugar en la sala Hammerstein Ballroom de Nueva York y fue todo un éxito.

Las teclas del piano están conectadas a las maquinillas que gracias a los nuevos cabezales «Flexball» tocan las cuerdas que hacen sonar esta hermosa melodía. De esta manera, se demuestra perfectamente la capacidad rotatoria de los cabezales de las nuevas maquinillas de Gillette.

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La música es y será siempre la mejor aliada de la publicidad. Un producto que puede ser tan aburrido como una Gillette, se comunica y publicita con un spot genial y entretenido. Creatividad al poder. ¡Buen trabajo agencia Grey de NY!

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